Leyre y David acudieron a mi estudio el año pasado para contarme la boda que estaban preparando con tanta ilusión para este mes de junio.
Llegó el gran día y el sol salió radiante en Pamplona. En primer lugar me acerqué a casa de David para fotografiar los preparativos del novio con su familia, y después a casa de Leyre para capturar los últimos momentos en su residencia familiar, donde se estaba vistiendo y viviendo sus últimos minutos de vida de soltera. Le hacía ilusión que esta casa en la que había vivido tantos años tuviese su espacio en su futuro álbum de bodas.
Llegó el momento de salir hacia la iglesia de San Andrés en Cizur Mayor, donde ya estaban todos expectantes ante la llegada de Leyre.
La ceremonia fue muy emotiva, con discursos de familiares y amigos que hicieron brotar alguna lágrima de emoción. Aprovechando el gran día salimos a dar un paseo por los alrededores de la iglesia antes de dirigirnos Baluarte para el banquete y el baile, en el que no faltaron las risas y las bromas (no os perdáis la última foto) para terminar este día tan emocionante.
Quiero agradecer a Leyre y David la implicación y el entusiasmo en cada instante de su reportaje de boda. Fue una gozada trabajar con ellos desde el primer momento y espero que sean muy felices.
Muy pronto os enseñaré otras fotos de esta encantadora pareja en un entorno bien distinto. Mientras tanto, espero que disfrutéis de este reportaje.